La creciente necesidad de consolidar un eje académico articulador de los procesos institucionales, nos invitan a definir los lineamientos y directrices que caracterizan la oferta profesional de carreras y programas
Un modelo educativo es un guión necesario para toda oferta formativa y plasma el sentido primordial que mueve a las instituciones de educación superior, traspasando de forma transversal, cada una de sus funciones y de las unidades que la componen. Un modelo educativo expresa los rasgos distintivos de una institución y es el motor que la impulsa a actuar, esto es lo que en definitiva logra diferenciarla de las organizaciones pares que compiten en el rubro.
En esencia el modelo educativo debe entregar claridad sobre el tipo de formación que se desea entregar; los conocimientos, habilidades y actitudes que se requieren desarrollar en la persona y cómo es necesario enseñar para alcanzar el gran propósito que se busca. Por lo tanto, las preguntas básicas a las que debe dar respuesta son:
¿Para qué educar?
En un mundo incierto, cambiante y global qué persona se necesita formar, considerando la contingencia y proyectando el devenir de la humanidad y del planeta.
¿Qué enseñar para lograrlo?
Conocimientos, capacidades, habilidades y actitudes que se espera y necesitan que tengan los egresados que enfrentarán las incertidumbres de mañana.
¿Cómo hacerlo de la manera más efectiva?
Considerando la investigación científica más robusta en materia pedagógica, actualizadas teorías cognitivas y de aprendizaje y las formas de hacer efectiva la enseñanza.
¿Cuáles son las implicancias de un Modelo Educativo?
Luego de 10 años de una Política de Formación Profesional una transformación mayor requiere de un modelo integrador de la formación, que siente los principios en los más diversos niveles